Aviación

GLOBOS AEROSTATICOS

El uso militar de los globos de observación durante la Primera Guerra Mundial fue ampliamente utilizado por ambos bandos. Los británicos se habían quedado a la zaga de los avances y todavía empleaban globos esféricos, que fueron rápidamente reemplazados por modelos más avanzados, conocidos como globos cometa, que tenían forma aerodinámica para ser estables y poder operar en condiciones climáticas más adversas. 

Los alemanes desarrollaron primero el globo tipo Parseval-Siegsfeld, al cual los franceses respondieron rápidamente con el globo tipo Caquot. Para la Primera Guerra Mundial, la artillería en los globos se había desarrollado de forma que era posible atacar blancos más allá del alcance visual de un observador terrestre. Embarcando observadores de artillería a bordo de globos, generalmente emplazados a unos cuantos kilómetros detrás de las líneas del frente y de altitud, les permitía ver los blancos a una mayor distancia respecto a la cual podían hacerlo en tierra. Esto permitió a la artillería tomar ventaja de su incrementado alcance.


BOMBARDEROS: DIRIGIBLES Y ZEPPELINES

El piloto llevaba bombas en la cabina que luego soltaba con la mano sobre el objetivo. 

Los bombarderos de la 1ª Guerra Mundial no eran muy efectivos. Los ingenieros estudiaban cómo fabricar bombarderos que fuesen capaces de hacer mucho daño. Un bombardero alemán Gotha llevaba hasta 600 kg de bombas, que no es mucho. Volaba muy despacio, pero tenía autonomía para cruzar el canal de la mancha y bombardear Inglaterra. En realidad provocó más daños al sentimiento de seguridad de la población británica que a sus fábricas y ciudades. 

Los Grandes Bombarderos fueron los Handley Page británicos, los Gotha alemanes y los Caproni italianos, los tres realmente grandes. Los bombarderos que causaron más horror fueron los dirigibles. 

Después de la guerra el dirigible se siguió usando como medio de transporte de lujo, hasta que ocurrió el desastre del Hindenburg, conocido como "el Titanic de los cielos“.

La posibilidad de utilizar dirigibles como bombarderos se había pensado en Europa desde mucho antes que fuera posible. H. G. Wells describe la destrucción de flotas y ciudades enteras por ataques de dirigibles en "La guerra del aire" (1908), y textos de otros escritores británicos no tan famosos sostenían que el dirigible alteraría para siempre el escenario de los conflictos mundiales. 

El 5 de marzo de 1912 las fuerzas italianas fueron las primeras en usar dirigibles de uso militar para el reconocimiento al oeste de Trípoli tras las líneas turcas. Sin embargo, los dirigibles debutaron como arma en la Primera Guerra Mundial. 

Después de la guerra el dirigible se siguió usando como medio de transporte de lujo, hasta que ocurrió el desastre del Hindenburg, conocido como "el Titanic de los cielos“.

El conde Zeppelin y otros militares alemanes creyeron haber obtenido el arma ideal para contrarrestar la superioridad naval británica, y poder atacar en suelo inglés. Otros pensaron que el Zeppelin era un elemento valioso para exploración y ataque naval. Las incursiones se iniciaron a finales de 1914 y tuvieron su cenit en 1915. Después de 1917 fueron más esporádicas. 

Pero el daño que causaban los zeppelines era muy poco y resultaba muy difícil llevar a cabo las misiones de bombardeo. Además, eran tremendamente vulnerables contra los cazas enemigos. Pero sin duda alguna, causaron el horror de la población de Londres.


Los hermanos Wright pensaban que con su invento las guerras se acabarían, porque se podría sobrevolar el campo de batalla y conocer al enemigo, por lo que luchar sería una tontería. El 2 de agosto de 1909 el ejército norteamericano compró el aparato de los hermanos, convirtiéndose en el primer avión militar en servicio. Empezaba así una nueva época en la forma de hacer la guerra. 

En 1914, al inicio de la Primera Guerra Mundial, la aviación estaba aún en sus inicios. Sólo habían pasado 11 años desde el primer vuelo de los hermanos Wright y, hasta entonces, la única forma viable de volar que había encontrado el ser humano era el globo aerostático y el dirigible. Cuando estalló la guerra, todas las potencias usaron los aviones para el reconocimiento y pronto se dieron cuenta de las posibilidades militares que proporcionaban. Los aeroplanos podían observar desde el cielo las líneas enemigas de forma que los artilleros sabían hacia dónde apuntar, los altos mandos podían preparar mejor los ataques y los soldados sabían dónde excavar los túneles.



AEROPLANOS

El Morane-Saulnier: Este aeroplano francés fue uno de los primeros en montar una ametralladora en el fuselaje, aunque al principio el piloto estuviera armado con una pistola o carabina. Rápidamente se convirtió en lo que hoy llamaríamos un “caza”. Llevaba las hélices blindadas para poder disparar sin dañarlas. 

Características: un piloto como tripulación, 125km/h de velocidad máxima, una ametralladora Hotchkiss como armamento tras las mejoras. Era poco resistente y tenía mala aerodinámica.

El SPAD S.VII: Diseñado por Louis Bechereau en 1916. Era un avión del tipo caza que le fue muy útil a Francia para defenderse de los ataques de los bombarderos alemanes. Se caracterizaba por su gran robustez y fiabilidad en los ascensos y descensos. Tuvo varios operadores como Reino Unido, Estados Unidos e Italia. Se produjeron unos 6000 aparatos e iba armado con dos ametralladoras Vickers sincronizadas. Un piloto y una velocidad de 200 km/h. Su versión mejorada fue el SPAD S.XIII introducido en 1917.

El Nieuport 17: Fue desarrollado por Gustave Delageque. Era un caza biplano de origen francés que entró en servicio en 1916. Tenía buena fiabilidad y maniobrabilidad y permitió a Francia obtener el dominio del cielo ante los Albatros D.III alemanes. Tenía el problema de que las alas inferiores tendían a romperse en maniobras extremas. Armado con una ametralladora Vickers, contaba con un único piloto y podía alcanzar los 170km/h.

El Vickers F.B.5: Este avión se considera el primero que fue fabricado para el combate aire-aire ya que este constaba de piloto y artillero. Fue puesto en servicio en 1915 e inspiró diseños monoplaza como el AIRCO DH2. Se propulsaba con una hélice colocada en la parte trasera, iba armado con una ametralladora Lewis del calibre 7,7mm. Se fabricaron menos de 300 unidades y podía alcanzar una velocidad de algo más de 100km/h.

El Sopwith Camel: Este caza británico está considerado el mejor avión de la Primera Guerra Mundial por su maniobrabilidad en combate. Se fabricaron unos 5500 más o menos. Su único inconveniente era que la gran potencia del motor hacía que la inercia llevara el avión hacia ese lado obligando al piloto a tener siempre las manos en el timón. Iba armado con dos ametralladoras Vickers sincronizadas y podía alcanzar una velocidad de 185km/h. Tras la guerra fue vendido a diversos países y algunos participaron contra los bolcheviques en 1919. 

El Handley Page tipo O: Este bombardero británico fue uno de los primeros introducidos durante la Gran Guerra. Era uno de los aviones más grandes del mundo en aquel momento y entró en servicio en 1916. Llevaba consigo 4 o 5 tripulantes y 900kg de bombas, era una autentica fortaleza volante.

El Fokker Dr.I: Triplano alemán, muy famoso por ser pilotado por el famoso Manfred Von Richthofen, consiguiendo con su circo volante bastantes victorias. Se fabricaron unas 300 unidades y pilotado por manos expertas era formidable. Iba armado con dos ametralladoras MG08/15 y podía alcanzar una velocidad de 165 km/h. Fue construido por la empresa de Anthony Fokker. Es muy parecido al Sopwith Triplano británico.

El Fokker D.VII: Fue el mejor caza fabricado por Alemania en esta época y sustituyó a los anteriores biplanos y triplanos hasta llegar a producirse más de 3000 unidades. Fue diseñado por Reinhold Platz y puesto en servicio en 1918. Ante el poder de esta aeronave en el Tratado de Versalles los aliados ordenaron la entrega de todos los aviones de este tipo y sus variantes. Armado como los anteriores con dos ametralladoras MG08/15 podía alcanzar una velocidad máxima de 200km/h. Tras la Primera Guerra Mundial fue repartido por diversos países. 

El Albatros D.V: Este caza alemán fue fabricado en 1917, y aunque la primera versión tuvo problemas con el ala inferior, la versión “A” lo solucionó y varios de ellos estuvieron en servicio hasta el final de la guerra. Diseñado por Robert Thelen se produjeron unos 2500 aparatos. Iba armado con dos ametralladoras MG08/15 sincronizadas y tenía una velocidad de 187km/h. El piloto Manfred Von Richthofen fue muy crítico con este caza.



Dardos o flechettes

Durante la Guerra, los aviones muchas veces tenían el encargo de acabar con la caballería o las tropas enemigas. Los franceses idearon unos dardos metálicos, del tamaño de un lápiz, que al caer desde unos 1500 metros de altura podían atravesar un cuerpo entero. Los aviones llevaban en la cabina varias cajas con 500 dardos cada una, y cuando sobrevolaban a las tropas enemigas, simplemente volcaban la caja, dejando caer los dardos.
Por supuesto, las armas secretas dejan de serlo en cuanto se usan: los alemanes empezaron a usar dardos también, pero antes grabaron en ellos una frase: "inventado en Francia".